DUALIDAD Y COMPLEMENTARIEDAD




DUALIDAD Y COMPLEMENTARIEDAD DESDE LA COSMOVISIÓN GUARANI

Kuarai – Yasi

“Uno más uno no son dos. Uno más uno es uno”.




Jorge Alberto Paredes Coimbra





El polen que lleva el viento

Arakae ndaye - Dicen que una vez… Polen llamada JEVORA era una joven y hermosa mujer que despertó por el murmullo ÑEENGURU del viento IVITU. Despierta empezó a reconocer la vida a su alrededor y vio que muchas flores MBAEPOTI dormían esperando su tiempo IARA. IVITU que es el padre de la tierra, comprendió el sentimiento de la joven JEVORA y sintió la necesidad de impulsarla a cumplir con su misión. JEVORA fue llevada por IVITU por montes y ríos encontrando a su paso compañeras de viaje que recibieron en su simiente la esencia MBITE para dar continuidad a la vida, así comenzaron a despertar muchas flores MBAEPOTI, dieron frutos. Así las hijas, amigas y compañeras de JEVORA, avivadas por IVITU siguieron el rumbo que les fue trazado desde el origen IYIPI por ÑANDE RAMII RETA nuestros ancestros.

MBAEPOTI cumple con la sagrada misión de dar frutos y con éstos alimentar a muchos para dar continuidad a la vida.

Con su belleza y aroma la flor MBAEPOTI atraerá a incontables pretendientes, aunque pocos tendrán la suerte de la abeja EITU que enamorada robara su miel para almacenarla y compartirla con toda la comunidad en el YEKOU, así como el picaflor CHINU que embriagado por su dulzura no dejara de aletear alegremente danzando para expresar su amor incondicional MBOROAIU, entonando canticos ÑEEMONGOI que convocaran al gran convite ÑANDE ARETE GUASU nuestra gran celebración. (Cuento de Beto Paredes 2018)

La palabra creadora o Ñee es el principio femenino y el Arakuaa o conocimiento es la continuidad de lo creado, este el principio masculino, es la manera en la que  se expresa la complementariedad y la unión con el cosmos.

La dualidad está en lo que se dice y también en cómo se dice. Persiste en las concepciones más generales de la salud y del cuerpo. También en la política y en la base de la organización social. En los sistemas de cargo, en la forma de concebir el poder, en la siembra, en los terrenos y en los lugares que se eligen para vivir. Está en el amor y en las pasiones.” afirma Mariana Favela, maestra en Filosofía de la Ciencia.

Lo femenino en idioma guaraní se verbaliza con el término “kuña” que etimológicamente está conformado por la sílaba ku que hace referencia a la lengua y aña o ïa que hace referencia al espíritu o imagen, es decir, se define lo femenino como la expresión primigenia del espíritu. Lo masculino en idioma guaraní se verbaliza con el término “kuimbae” que etimológicamente está conformado por la sílaba ku que hace referencia a la lengua, i a la pertenencia o suyo y mbae lo que hace o hace hacer, es decir, lo masculino es lo que materializa o acciona lo que el espíritu transmitió a través de la lengua. 

Esta complementariedad de la dualidad es un principio ordenador del cosmos, son el origen que crea y lo creado que da continuidad a la vida. Vida y muerte, Sol y Luna, día y noche, este y oeste, húmedo y seco, calor y frío, arriba y abajo, viento y fuego, perfume y fetidez… kuarai jare sasi, ara jare kaa, omano jare tekove, ivitu jare tata …

Esta dualidad no es el contrapuesto, es complemento y correspondencia indivisible e imprescindible. El principio de la existencia es complementariedad no oposición o exclusión, así lo contaban nuestros abuelos, arakae ndaye:…

Kuarai jare yasi
“Uno de los mellizos que llevaba dentro en su seno le indicaba el camino que llevaba a la casa de su padre, el dios Tatu tüpa. Pero molestaba a su madre exigiendo de continuo que le recogiese flores. Ella acabó por cansarse y habló al chico con palabras algo severas. Éste se enojó y no quiso hablar más. La mujer perdió el camino y llegó a casa de los tigres, en la cual sólo había quedado la madre de los tigres. Ésta la acogió cariñosamente y la escondió. Sus hijos, los tigres, descubrieron a la mujer cuyas ubres goteaban desde el troje donde se había ocultado.

Los tigres la comieron y entregaron a la tigra vieja los chicos que habían hallado en la matriz. La vieja, no pudiendo comerlos, los crio en secreto. Cuando llegaron a ser grandes, la tigra vieja les fabricó una flecha mágica con la cual andaban cazando pájaros para su madre adoptiva. Al ver tanta abundancia de pájaros en el azador, los tigres tuvieron sospechas y tanto hurgaron a su madre con preguntas que ésta acabó por revelarles que había perdonado la vida a los chicos y que los tenía escondidos en una olla grande. 

Los tigres aparentaron hacerse amigos de los mellizos y salieron a cazar con ellos. Un pavo del monte (yaku) que los mellizos habían herido les dijo: “Por qué me matáis, son los tigres que han muerto a vuestra madre”. Los muchachos pensaron entonces en vengarse. Fabricaron una cantidad de flechas y se fueron a juntar unas frutas silvestres que llaman mburukuya. Las dieron a los tigres, que las hallaron muy sabrosas. Preguntaron dónde crecían. Los mellizos les indicaron un lugar situado en la otra banda de un río. Al otro día fabricaron una balsa de cañas e hicieron pasar a los tigres en ellas. Mientras se efectuaba la travesía “el menor de los mellizos no quería tirar el palo y soltó la chalana” antes de que llegara en medio del río. Todos los tigres se ahogaron fuera de una tigra preñada que se escapó.

Con las flechas que se habían fabricado, los mellizos se pusieron a tirar al cielo de tal modo que cada flecha fuese a clavarse en el cabo de la precedente. Formaron así una cadena por la cual subieron al cielo”. (relato guaraní antiguo – Metraux citado por Irma Penner – Entre maíz y papeles)

Uno de los mellizos es yasi y el otro es kuarai, yasi es Ñee o la palabra creadora y Kuarai es Arakuaa o lo que hace crecer lo creado. La recurrencia de la dualidad o principio indivisible, en el que uno no puede existir sin el otro, ambos se necesitan y complementan.
Uno vive al interior del otro, cohabitan en un sentido de interdependencia, “Los extremos”, señala la historiadora mesoamericanista Louise Burkhart, “no tenían que ser evitados completamente, debían ser balanceados uno contra el otro”.

La existencia del otro es la medida para lograr el equilibrio o bite, el centro que atrae y conglomera, es la armonía. Pero no es el punto medio o mitad del camino. Es un equilibrio que fluye, es continuo, como el día que es la prolongación de la noche… “anoche me soñé con suchas, los iya reta me están diciendo que tengo que ir de cacería”.  Todo está en movimiento, la realidad compleja fluye en constante interdependencia. La armonía es una acción en movimiento constante.

Desde la visión occidental, pero particularmente en la tradición aristotélica, cada entidad es numéricamente una e independiente, atomizada y autárquica. De esta visión, se dice: “unidad”, “universidad”, “individuo” … Este es uno de los principios fundamentales que subyacen a gran parte del pensamiento filosófico occidental, la unidireccionalidad y la homogeneidad. La idea de la unidad como generadora, hace referencia a la idea del origen en El Uno: masculino y singularEn esos términos, la paridad o cualquier forma de diversidad aparecen como defecto, error, desviación, degeneración, enfermedad, etc.

Desde la cultura guaraní la existencia es parida en par, así lo muestra el mito de los mellizos, los pares dan lugar a la vida, al continuo “reko”, lo que estuvo antes estará después y así sucesivamente como cuando se dice tenondegua que hace referencia al pasado es también lo que está por venir o esta adelante. La existencia solo es posible si existe la diversidad. La diferencia es condición para la existencia. Si se anulara la diversidad no habría más cambio o movimiento o un tejer permanente, como cuando el tejido se hace “Karapepo”, kaa que es el monte o lo de abajo, ara que es el cielo o lo de arriba y pepo que son las alas que une a ambos. Ara es el eterno femenino y Kaa es lo masculino, ambos se entrelazan en el mismo tejido de la realidad, como un espejo en el que uno se refleja con otro.  Todo lo que existe es a la vez distinto de sí mismo.

“En sí, sentimos en nuestros corazones, como seres humanos que viven una condición humana tejida en la trama y en la urdimbre de la Cotidianidad y de la Historia de la unidad de Lo Humano con el Medio Ambiente, la Naturaleza, el Planeta y el Cosmos como con toda la Totalidad. Que nuestra ‘patria’ es toda la Totalidad en la que estamos existiendo. De modo que decir que nuestra ‘patria’ es el planeta, todavía es poco.”
Carta Social de Abya-Yala en la Forma y esencia del actual continente Indoafrolatinoamericano. Bolivia, 2004.

El TEKO o manera ser no es un individuo, es más es plural, es un ser relacionado con todo, pero sobre todo un ser que se busca, entre atracciones y repulsiones, eso es el ÑANDE, que se va adecuando permanentemente.

Siempre está presente el NOSOTROS o dicho en idioma el ÑANDE, en una estructura sintáctica unilineal de sujeto-verbo-complemento, que es referencia siempre con relación a algo. El ñande estará presente en nuestra manera de encontrarnos con el otro, que es atraído por Ñee (eterno femenino), que atrae, conglomera y equilibra, para dar paso en su creación al Arakuaa (eterno masculino) construyendo en forma de espiral el ÑEEMBOATI o palabra que aglutina o la palabra que construimos juntos.

 “Hay tierras dentro de la tierra pequeña
 patrias descuidadas, conversemos con las raíces
 y con las olas desconectadas
hagamos profesión terrestre
toquemos tierra con el alma”
Pablo Neruda.
La antropóloga Shannon Speed les preguntó a las mujeres zapatistas si los varones les habían insinuado que ellas deberían esperar para hacer su lucha como mujeres, ya que en el momento era necesario hacer un frente común. Después de un largo silencio reflexivo, obtuvo esta respuesta:

“Lo opuesto es cierto, es a través de la organización que empezamos a luchar, que empezamos a estar conscientes de nuestro derecho como mujeres”
La concepción de complementariedad exige que los varones participen también en la “liberación” de las mujeres. Es más, no existe liberación si no es desde un pensamiento comunitario, o nosótrico.

El río que es femenino será como nuestra abuela o ñande yari…Esta abuela de los tiempos hablara a través de los sueños y construirá la realidad que será tejida por mujeres en forma de alforjas que los hombres llevaran para entregar en sus caminatas las semillas de la creación, continuando a su paso lo que siempre estuvo y siempre estará.

Ivo, primavera del 2019.


BIBLIOGRAFIA

Bonnarens, Elfrida. De la vida, muerte y más allá del Chiriguano. 1978.
Cadogan, Leon. Ayvy Rapyta. Textos míticos de los Mbya-Guaraní del Guairá. 1992.
Ortiz, Elio. Yapisaka. 2001
Penner, Irma. Entre maíz y papeles. CIPCA. 1998.
Revista Huellas. Kaarapepo, Beto Paredes. Sociedad Literaria de Cordillera. 2019.




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